Tal vez no sea un tema con tantos convencionalismos o con tantos adeptos, pero la identidad de una institución futbolera es lo que más cuenta cuando un chamaco se forma, foguea y debuta en un equipo de futbol.
No conozco más ejemplos porque tampoco existen instituciones tan renombradas o que destaquen como estas dos, en cuanto a su filosofía identificatoria.
El Club Guadalajara fue creado por franceses, de los cuales jugaron varios dentro de sus filas, pero, en la época moderna, todos lo identifican como el equipo donde sólo juegan mexicanos por nacimiento (Gerardo Mascareño fue un caso renombrado porque nació en los EUA, pero es hijo de padres mexicanos). Esta identidad lo hace único en el globo terráqueo, no hay ( o no conocemos) otro equipo que trate de ser tan nacionalista y madeinchista: sólo jugadores mexicanos y nada más.
Siempre pensaremos en el campeonísimo y Chava Reyes como su más grande estandarte, el de ese equipo de sangre azteca que representa al pueblo jalisciense y el mexicano en su totalidad, ese equipo formado por 11 mexicanos (más las bancas), nada más.
Palabras mayores son los Leones que juegan en la Catedral de Bilbao; el club con nombre inglés (y que cuando se creo tenía una sucursal en Madrid, a la que se le llamó Atlético de Madrid) tiene un poco más difícil la obtención de jugadores para su primer equipo: la filosofía es que sólo pueden jugar vascos o chavales formados en sus fuerzas básicas, nada más, nada menos.
Joseba Etcheverría o Yeste pueden ser el mejor ejemplo de esta ideología, pero sin duda, el más grande jugador moderno que ha nacido en San Mamés fue Julen Guerrero. Aún así, el futbol europeo (y el mundial) les reconoce el mérito de que, en un mundo donde millones de euros y cambio de playeras por harta o poca lana es como cambiarse los chones a diario, explotan y buscan lo mejor de lo que se pueden valer para reforzarse en su limitado mercado.
Ambos equipos, por azares del destino, se visten (de locales) con camisetas a rayas verticales en color rojo y blanco… un dato que es muy curioso, ¿no creen?.