Poco más de tres años han pasado desde aquél 13 de Mayo de 2009, día en que  «el barcelonismo» comenzaba una escalada poética en el fútbol; un inicio tímidamente perfecto en cuanto a formas y medios de titulación, el cual culminaría en una de las mejores prosas -sino la mejor- que ha escrito este deporte. Hermosa.

Después de todo este tiempo, no solo hemos sido testigos de una potestad evolutiva por parte del conjunto catalán, sino también hemos aderezado la inminente pre -caída del imperio ‘Guardiolista’ con una  novel escenificación del maravilloso verso argentino, que cambió  un rupestre sistema del choque y el corazón por la elegancia y la razón. Una razón proveniente, de manera irónica, de un ‘cuerdo’ cabal: Marcelo Bielsa.

El encuentro pinta distinto para ambas escuadras, incluso desde el papel; el conjunto blaugrana llega a este partido con la emotividad del final a flor de piel, intentando tapar el abismal boquete que Pep dejará –por lo menos un año. El real homenaje hacia Guardiola comienza este viernes, en este duelo final; y qué mejor manera habría de principiar el agradecimiento que con un título.

Por otro lado, el Athletic actual dista –y en demasía- de aquél conjunto rocoso que Caparrós comandaba. El conjunto de “San Mamés” ha protagonizado, durante los últimos meses, una apología coherente a sus recursos y habilidades, siendo presa de su práctico y terso fútbol, así como de su novel sapiencia. Bastaba con ver -tras perder la Europa League- la devastada actitud de los Llorente, Toquero, Muniain o Gómez, para comprobar que carecieron de un ápice de experiencia; un factor puntual, incluso en la derrota.

El adiós de Guardiola se iguala con el posible adiós de Bielsa, un par de despedidas que asemejan, guardando la proporción, el dejo o inflexión de identidad que ambos inculcaron -a sus equipos y afición- como máximo legado.

Las aristas que empapan este encuentro se visten de alegrías, homenajes y recuerdos, pero también podrían pintarse de nuevos triunfos generacionales; así como, en un mismo día de Mayo y en esta misma instancia, iniciaría una monarquía raudal.

Aunque sus últimas historias no sean idénticas, ambos equipos ya comparten el dolor del saber perder, un factor que irónicamente será su medida. Tres años después.

FC Barcelona vs Athletic 2009